Ayuda Covid-19 Nepal
Si bien hace un año eran las imágenes de colapso en la cima del Everest las que nos hacían alarmarnos, ahora son las imágenes de un vacío desconocido hasta la fecha.
El COVID-19 no distingue entre zonas geográficas, ni entre clases sociales y asoma por igual en comunidades con mayores y menores ayudas.
Las imágenes que nos llegan estos días son tan bellas como preocupantes.
En un país en el que miles de familias sobreviven gracias al turismo, la incertidumbre llama a su puerta y no tienen qué comer estos días. Por ese motivo, en colaboración con la ONG NEPALDALA hemos iniciado una campaña para llevar comida a estas familias.
Con 100€ una familia al completo podrá hacer frente a los meses de verano. Nuestro objetivo es ayudar a las 120 familias que están es situación de mayor necesidad.
Por ello, la recaudación íntegra hasta el 7 de junio será para ellos.
Muchas gracias.
IBAN ES12 0182 0300 15 0201552754
NOSOTROS TAMBIÉN RECICLAMOS!
CREANDO SONRISAS EN EL HIMALAYA EN EQUIPO
La sonrisa es una acción que trasmite felicidad, y cuando esa sonrisa viene de un niño, podría decir que no existe nada más grande.
Ahora, cada día mi hijo Max me regala muchas de estas sonrisas que me hacen feliz, que dan sentido a una existencia y una razón para estar aquí.
A los que me conocéis y me habéis seguido siempre os he hablado de las sonrisas de los niños del Himalaya: esas sonrisas a cambio de nada, simplemente porque están felices de vernos, Max hace lo mismo ahora.
Durante años he intentado poder compensar esas sonrisas a través de Mountaineers for Himalaya Foundation by Edurne Pasaban, facilitándoles la posibilidad de tener una educación y un futuro.
Desde el terremoto del 2015, junto con SOS Himalaya Fundación Iñaki Ochoa de Olza, hemos trabajado conjuntamente en diferentes proyectos. Este caminar conjunto de las dos fundaciones tiene como fin poder llegar más lejos, creemos que el trabajo en equipo hace que se consigan muchas más cosas.
Estoy segura, conociendo como conocía a Iñaki, que él está de acuerdo en que caminemos juntos para poder seguir creando sonrisas en los pueblos más remotos del Himalaya.
Pero para que todas esas sonrisas se hagan realidad os necesitamos también a vosotros. Después del terremoto tuvimos muchas ayudas y hemos trabajado duro para poder llevar esa ayuda a los más necesitados y así por ejemplo, gracias a vosotros, construimos el pueblo de Dhola.
Ahora en esta nueva etapa de la Mountaineers for Himalaya fundación by Edurne Pasaban junto con SOS Himalaya seguimos necesitando vuestra ayuda.
Nos quedan muchos proyectos por hacer…
#DHOLAVILLAGE17
Estos últimos años mi relación con Nepal y el Himalaya ha sido muy cercana, y he seguido escalando algunas montañas, aunque no los grandes ocho miles. Una persona no se olvida de lo que ha vivido en aquellos lugares tan fácilmente, esto queda grabado dentro para toda la vida. El pueblo de Nepal y el Himalaya ha sido el que me ha visto crecer y el que me ha dado los valores que tengo, me han enseñado a respetar la vida y a ser feliz en ella.
Cuando ocurrió el terremoto en el 2015 , todavía recuerdo que era un sábado mientras escuchaba las noticias de lo que había pasado, por mi mente pasaban todos aquellos compañeros, todas aquellas familias, los niños de la fundación… un bombardeo de imágenes y de recuerdos.
Los grandes desastres siempre pasan en los lugares mas desfavorecidos, y por desgracia son muchos, pero cuando conoces bien el lugar y sientes que eres parte, la impotencia es tremenda.
Por ese motivo en la fundación nos pusimos en marcha camino a Nepal con la intención de poder ayudar. Eran tantos los lugares y las personas que necesitaban ayuda que nos tuvimos que centrar muy bien para poder elegir y ayudar en un lugar en concreto.
Y así dimos con el pueblo de Dhola.
Cuando lo conocimos, era un asentamiento de 55 familias, y 307 habitantes, compuesto por 144 niños en edad escolar, 14 niños menores de 5 años, 3 mujeres embarazadas, 12 viudas, más de 12 mujeres en lactancia y 26 personas de entre 70 y 98 años.
Las gentes de dicho pueblo, tras el terremoto , se vieron forzados a abandonar su ubicación, Kapur, ya que el seísmo destrozó la mayoría de las casas y provocó grandes grietas en las laderas superiores del pueblo, haciendo del lugar un sitio peligroso para volver a reconstruir sus viviendas en él.
Las 55 familias decidieron trasladarse a un emplazamiento más seguro y así encontrar una nueva ubicación para reconstruir el pueblo. Caminaron durante 5 días para encontrar este nuevo lugar y se afincaron en Dhola
La situación del asentamiento era muy precaria cuando llegamos. Vivían bajo lonas que les fueron donadas por USAID, no disponían de electricidad, salvo un par de luces de emergencia a través de placas solares que les aportaban 2 horas diarias de luz, y tenían un solo manantial de agua, que les abastecía los 3 tanques de 1000l, para todas las familias.
Mountaineers for the Himalayas by Edurne Pasaban tras conocer el pueblo y su realidad, decidió firmar un acuerdo con la Organización Lapa Swastha Sewa Bindu por el que se comprometía a donar un total de 110.000€ para la construcción de las 55 viviendas.
En contraprestación, todos los habitantes de Dhola tendrían que:
1- Cumplir unas normas de higiene básicas.
2- Acudir a la escuela, en el caso de los niños.
3- Ser alfabetizados y, en la medida de lo posible, realizar alguna formación para su futuro laboral, en el caso de los adultos.
El contrato tendría una duración de 5 años, prolongable si ambas partes así lo deseaban.
Han pasado 2 años , y estamos muy orgullosos de todo lo que hemos conseguido, o mejor dicho de lo que han conseguido ellos, porque nosotros lo único que les hemos dado en una cantidad de dinero para que ellos reconstruyas sus hogares, y sus vidas, como ellos crean conveniente.
Han trabajo día tras día, sin descanso; ellos han sido los que han construido ladrillo a ladrillo las 55 casas. Yo nunca he conocido un lugar como estos, es un ejemplo de comunidad solidaria como ninguna, deberíamos aprender tantas cosas de ellos aquí en occidente… Allí no hay envidias, no hay discusiones de quién trabaja más o menos, no existen la competencias ni los egos, sino que se trabaja para poder vivir y tener algo, algo tan necesario como un techo.
Por fin, ayer 29 de Marzo se inauguro el nuevo pueblo de Dhola, y se repartieron las 55 casas a las familias. Ha sido un momento increíble , la gran pena es que no he podido acudir por mi estado actual de embarazo, pero la felicidad es muy grande. El ver que con muy poco se pueden hacer tantas cosas gracias a vuestra ayuda.
Quiero aprovechar para agradeceros a todos, empresas y particulares, vuestras aportaciones, con las que habéis ayudado a conseguir este sueño tan importante. Este ocho mil lo hemos escalado todos juntos. Gracias especialmente en nombre de los habitantes de Dhola…
Finalmente, deciros que nos encantaría que bajo el hastag #DHOLAVILLAGE17, y durante el mes de abril, nos enviéis vuestros mensajes o comentarios. Para compartir lo que consideréis oportuno, además de dar visibilidad a la gente que ha ayudado en el proyecto, mediante donaciones o de la manera que sea, y poder así agradecérselo de nuevo.